Los peligros
más frecuentes asociados al correo electrónico son:
SPAM (correo basura): más
del 73 % de correos electrónicos enviados en todo el mundo actualmente son
SPAM, y este porcentaje sigue creciendo.
Phishing (captura de
credenciales): consiste en un método fraudulento de capturar información
sensible, como nuestros números y claves de cuentas bancarias o de tarjetas de
crédito. Se nos intenta engañar con mensajes que aparentan ser mensajes
oficiales de entidades financieras o empresas de nuestra confianza.
Estafas de todo tipo: donde
se nos intenta vender productos falsos o inexistentes, se nos solicita dinero
aludiendo a buenas causas, ofertas de trabajo inexistentes, y un largo
etcétera.
Correos con ficheros adjuntos
maliciosos (virus, gusanos, troyanos...). Muchos de estos ficheros infectados a
menudo utilizan
la libreta de direcciones de nuestro cliente de correo para
renviarse a su vez a todos nuestros contactos.
Cadenas de mensajes falsos
(hoaxes o bulos): generalmente se trata de mensajes variados acerca de hechos o
falsas alarmas de cualquier tipo, en los que se nos pide que reenviemos y
difundamos el mensaje entre nuestros conocidos.
1.Usar diferentes cuentas de correo
electrónico: Se recomienda usar dos o tres cuentas diferentes: una para el
trabajo, otra para uso personal y una tercera para subscripciones y recepción
de información.
2.No usar de forma habitual el correo
electrónico para enviar y recibir información sensible. Si necesita enviar
datos importantes o sensibles a través de correo electrónico, asegúrese de
que los protocolos de envío (SMTP) y recepción (POP3/IMAP) de correo
configurados en el cliente son seguros. En el caso de las cuentas de correo de
la UJA, se recomienda la configuración de estos protocolos seguros (cifrados)
de correo: SMTP Seguro (puerto 25 con TLS), POP3S (puerto 995 con SSL) e IMAPS
(puerto 993 con SSL).
3.Usar la opción de copia oculta
(BCC): Cuando incluimos las direcciones de correo electrónico de una persona
en el campo “BCC” ninguno de los receptores pueden ver las direcciones de los
otros receptores de correo electrónico, mientras que si utilizamos “CC”, si se
verán los destinatarios.
4.Ser prudente a la hora de
contestar. Aunque los clientes de correo suelen tener por defecto la opción de
contestar sólo al remitente, a veces por error podemos seleccionar la opción
de “Contestar a todos” e incluir a todos los que estaban en el correo
electrónico original en la respuesta, con las consecuencias que ello pueda
tener.
5.En muchos casos, el SPAM
proveniente del reenvío de correo electrónico. Sólo se necesitan unos pocos
segundos para borrar todos las direcciones de mail recibidas antes de reenviar
una parte o la totalidad del correo, y ello puede evitar que por nuestra culpa,
nuestros contactos sean víctimas de SPAM o phishing.
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